martes, 25 de septiembre de 2018

Pensando en grande!

'Nada grandioso pasa por pensar en pequeño' (Bryant McGill)

Para continuar identificando los patrones que limitan nuestra prosperidad, hoy te hablaré de otro factor: pensar y actuar en pequeño.

Desde que me permití crecer mirando otras maneras de percibir la vida leyendo, comencé a darme cuenta de lo poco que aspiraba para mí propia vida. Y no solo eso, también me di cuenta que esto no era algo aprendido solo de mi círculo familiar, sino de mi entorno, es un denominador común en nuestra sociedad.

Desde actos tan triviales y aparentemente 'indefensos' como 'alegrarse por sacar la mínima calificación para aprobar mi exposición del colegio', o cuando 'está bien el sueldo porque me alcanza para comer' o si tengo mi negocio propio, ' con que me dé para cubrir los gastos, está bien'... Sucede que esas actitudes donde aspiramos a lo mínimo, porque en realidad las hacemos para salir del paso, se nos convierten en costumbres que nos encierran en una vida conforme y de escasez, que limitan nuestro potencial al mínimo, como si no pudiésemos dar para obtener más, en muchos casos, porque no actuamos con una mirada al largo plazo. Cuando pasamos la vida sin darle uso a nuestro potencial, inevitablemente nos convertimos en personas infelices e insatisfechas.

Afortunadamente, es solo un patrón de comportamiento que, al permitirnos mirar otras formas de vida (quizás encerrarnos a defender solo la nuestra, sea otro patrón limitante, idea que me da pie para desarrollar en otra oportunidad), lo podemos cambiar.

'Dime a cuánta gente beneficia tu misión en la vida y te diré cuan rico eres'

Y es que parece que no nos hemos dado cuenta que para esperar riqueza en nuestras vidas (en todo sentido) debemos estar dispuestos a DAR y eso implica impactar positivamente la vida de muchas personas dándole uso a  esos talentos que todos tenemos. Es cuestión de mirar un poco las experiencias de los demás: el creador de Amazon seguramente en sus inicios se planteo como objetivo que su tienda digital llegara a muchas personas, imagino que hoy vende a millones, por algo es uno de los hombres mas ricos del mundo; en las calles podemos ver personas vendiendo café, y venden todo el que disponen para el día, digamos que uno de ellos a diario le vende a 30 personas, y esa ganancia que obtiene le sirve para su objetivo que quizás sea la comida del día de su familia.

Solo podemos esperar aquello a lo que aspiramos, y eso que aspiramos lo elegimos cada uno de nosotros, porque lo creamos en nuestra mente, en nuestros pensamientos. Si eso es asi, entonces:


Porque el resto es actuar, y si nos comprometemos de verdad, la vida nos va a ir mostrando el camino para lograrlo; parece ilusión pero quienes dicen que la vida nos da aquello que nosotros pedimos, desde mi percepción, están en lo cierto, solo que mientras no nos sinceremos con nosotros mismos y realmente creamos que podemos, no estaremos listos para verlo! Hagamos la prueba, que perdemos?

 "Somos lo que creemos"

"Cada uno de nosotros viene a esta tierra con talentos naturales. Se trata de dones que se te fueron dados por una razón: para usarlos y compartirlos con los demás. Las investigaciones demuestran que las personas mas felices son las que utilizan sus talentos naturales al máximo. Parte de tu misión en la vida debe ser, pues, compartir tus dones y tu valía con la máxima gente posible. Eso implica estar dispuesto a jugar en grande."...  T Harv Eker


Mi reflexión: En la verdadera riqueza, el egoísmo no tiene cabida.Ocupamos un puesto valioso en este mundo, el lugar del protagonismo, aquel que según nosotros queramos, puede mejorar el mundo o simplemente acomodar nuestra estadía. La recompensa por decidir mejorarlo es vivir una vida verdaderamente rica, porque miras que, no solo tu sino muchos son beneficiados. La vida es una, y mas que acomodada, es para vivirla en grande!  y eso, depende de nosotros... 






martes, 4 de septiembre de 2018

Una mirada a nuestras metas, a nuestros objetivos


La ilustración es de Alberto Vasquez (según la revista de la que extraje el texto),  y yo la fotografié.


Hoy les quiero compartir parte de un artículo que encontré en una revista, que nos invita a respondernos varias preguntas para reflexionar sobre los objetivos que nos marcamos. Adelante! 

 Por Jenny Moix 
Cuidado con lo que deseamos porque quizá lo conseguiremos. En las librerías abundan los libros que prometen ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos, pero a veces el problema no se encuentra en el logro de nuestras metas, sino en ellas mismas. Una mirada hacia la vida que cada uno de nosotros llevamos es indispensable para revisar nuestros objetivos o para plantearnos otros nuevos, Kelly G. Willson y M. Carmen Luciano nos proponen una bonita metáfora a través de la cual contemplar y reflexionar sobre nuestras vidas. 

Imaginemos que tenemos un jardín y que somos los únicos responsables de cuidarlo. Somos el jardinero de nuestro jardín. Las plantas simbolizan lo que tenemos en la vida. Sí observamos podremos ver las plantas que tenemos: la planta del trabajo, de la familia, de los amigos, de las aficiones, de nuestro cuerpo... Ante la visión de nuestro jardín podemos empezar a plantearnos muchas preguntas: 
¿Todas las plantas están igual de cuidadas? ¿Cuáles están más mustias y necesitan más nuestras atenciones? 

- ¿El número de plantas de nuestro jardín es el adecuado? Sí tenemos demasiadas plantas quizás será imposible dedicarles el tiempo que necesitan, y si disponemos de pocas, y por inclemencias del tiempo se marchitan algunas, nos quedaremos con un jardín muy pobre. 

- Además de plantas, en nuestro jardín se encuentran algunas semillas que nosotros mismos hemos planteado. Son nuestros objetivos. ¿Por qué hemos elegido estas semillas y no otras? Probablemente se deba a que queremos tener un jardín como el del vecino, quizá porque nos lo han sugerido con demasiado énfasis las personas que nos rodean, o tal vez porque nosotros deseamos las plantas que brotarán de ellas, ¿cuál es nuestro caso?

- El crecimiento de las plantas requiere su tiempo. Muchos jardineros se impacientan, empiezan a plantar más semillas para comprobar sí, al contrario de las ya sembradas, de ellas brotan plantas con mayor rapidez. Sin embargo, las semillas recién plantadas, como todas, requieren su tiempo para convertirse en plantas frondosas. Con su estrategia, fruto de la impaciencia, acaban con un jardín donde han sembrado muchas semillas, pero de las que no han obtenido ninguna planta porque no las han cuidado con paciencia. ¿Somos jardineros pacientes? 

 - Muchos jardineros, cuando plantan una semilla se imaginan todos los detalles de la planta que crecerá. Y cuando observan que la forma o el color de las flores o el número de hojas no son exactamente como habían previsto, empiezan a creer que han escogido la planta equivocada o que quizá no hayan realizado de forma correcta su labor. Otros, en cambio, observan sus plantas y aprecian y disfrutan de esas pequeñas sorpresas de la naturaleza. ¿Nos desespera lo que no se ajusta a nuestras expectativas? 

- En nuestro jardín también habitan malas hierbas. Éstas simbolizan nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestras dudas, nuestros complejos. Hay jardineros que se dedican todo el tiempo a intentar arrancar malas hierbas y descuidan el resto de sus plantas. Cuanto más se dedican a arrancarlas, peor está el resto de sus plantas. Todos los jardines tienen malas hierbas. Sí no fuera así, sería tan artificial que lo veríamos irreal. ¿Dedicamos más tiempo obsesionados con las malas hierbas o a arreglar nuestras plantas?...

Espero que esta sea una buena oportunidad para responderte estas preguntas que, si las respondes con sinceridad, puedes tomarlas para mejorar tu vida!

Si lo deseas, puedes aportar en los comentarios...