martes, 4 de septiembre de 2018

Una mirada a nuestras metas, a nuestros objetivos


La ilustración es de Alberto Vasquez (según la revista de la que extraje el texto),  y yo la fotografié.


Hoy les quiero compartir parte de un artículo que encontré en una revista, que nos invita a respondernos varias preguntas para reflexionar sobre los objetivos que nos marcamos. Adelante! 

 Por Jenny Moix 
Cuidado con lo que deseamos porque quizá lo conseguiremos. En las librerías abundan los libros que prometen ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos, pero a veces el problema no se encuentra en el logro de nuestras metas, sino en ellas mismas. Una mirada hacia la vida que cada uno de nosotros llevamos es indispensable para revisar nuestros objetivos o para plantearnos otros nuevos, Kelly G. Willson y M. Carmen Luciano nos proponen una bonita metáfora a través de la cual contemplar y reflexionar sobre nuestras vidas. 

Imaginemos que tenemos un jardín y que somos los únicos responsables de cuidarlo. Somos el jardinero de nuestro jardín. Las plantas simbolizan lo que tenemos en la vida. Sí observamos podremos ver las plantas que tenemos: la planta del trabajo, de la familia, de los amigos, de las aficiones, de nuestro cuerpo... Ante la visión de nuestro jardín podemos empezar a plantearnos muchas preguntas: 
¿Todas las plantas están igual de cuidadas? ¿Cuáles están más mustias y necesitan más nuestras atenciones? 

- ¿El número de plantas de nuestro jardín es el adecuado? Sí tenemos demasiadas plantas quizás será imposible dedicarles el tiempo que necesitan, y si disponemos de pocas, y por inclemencias del tiempo se marchitan algunas, nos quedaremos con un jardín muy pobre. 

- Además de plantas, en nuestro jardín se encuentran algunas semillas que nosotros mismos hemos planteado. Son nuestros objetivos. ¿Por qué hemos elegido estas semillas y no otras? Probablemente se deba a que queremos tener un jardín como el del vecino, quizá porque nos lo han sugerido con demasiado énfasis las personas que nos rodean, o tal vez porque nosotros deseamos las plantas que brotarán de ellas, ¿cuál es nuestro caso?

- El crecimiento de las plantas requiere su tiempo. Muchos jardineros se impacientan, empiezan a plantar más semillas para comprobar sí, al contrario de las ya sembradas, de ellas brotan plantas con mayor rapidez. Sin embargo, las semillas recién plantadas, como todas, requieren su tiempo para convertirse en plantas frondosas. Con su estrategia, fruto de la impaciencia, acaban con un jardín donde han sembrado muchas semillas, pero de las que no han obtenido ninguna planta porque no las han cuidado con paciencia. ¿Somos jardineros pacientes? 

 - Muchos jardineros, cuando plantan una semilla se imaginan todos los detalles de la planta que crecerá. Y cuando observan que la forma o el color de las flores o el número de hojas no son exactamente como habían previsto, empiezan a creer que han escogido la planta equivocada o que quizá no hayan realizado de forma correcta su labor. Otros, en cambio, observan sus plantas y aprecian y disfrutan de esas pequeñas sorpresas de la naturaleza. ¿Nos desespera lo que no se ajusta a nuestras expectativas? 

- En nuestro jardín también habitan malas hierbas. Éstas simbolizan nuestros miedos, nuestras inseguridades, nuestras dudas, nuestros complejos. Hay jardineros que se dedican todo el tiempo a intentar arrancar malas hierbas y descuidan el resto de sus plantas. Cuanto más se dedican a arrancarlas, peor está el resto de sus plantas. Todos los jardines tienen malas hierbas. Sí no fuera así, sería tan artificial que lo veríamos irreal. ¿Dedicamos más tiempo obsesionados con las malas hierbas o a arreglar nuestras plantas?...

Espero que esta sea una buena oportunidad para responderte estas preguntas que, si las respondes con sinceridad, puedes tomarlas para mejorar tu vida!

Si lo deseas, puedes aportar en los comentarios...

No hay comentarios:

Publicar un comentario